En México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) establece normativas específicas para la correcta gestión de los residuos peligrosos, incluidas las pautas para el etiquetado de estos. La etiqueta de residuos peligrosos es un elemento clave para identificar, manejar y transportar adecuadamente este tipo de materiales, que por su naturaleza presentan un riesgo significativo para la salud humana y el medio ambiente.
A continuación, se detallan las principales características y elementos que deben incluirse en la etiqueta de residuos peligrosos conforme a las normativas vigentes en 2024.
La etiqueta debe cumplir con el diseño establecido por la SEMARNAT, siguiendo un formato rectangular, donde se debe proporcionar información legible y clara. Esta etiqueta se debe fijar de manera visible y permanente en los recipientes o envases que contienen los residuos peligrosos.
El nombre del residuo peligroso debe estar claramente identificado, de acuerdo con el Catálogo de Residuos Peligrosos de la SEMARNAT o conforme a la NOM-052-SEMARNAT-2005, que establece las características que hacen a un residuo peligroso.
Es obligatorio que la etiqueta incluya los símbolos correspondientes al tipo de riesgo que presenta el residuo. Estos pictogramas, generalmente basados en estándares internacionales como el Sistema Globalmente Armonizado (SGA), deben ser fácilmente reconocibles e incluir advertencias visuales como:
Debe incluirse el nombre del generador del residuo (la entidad o empresa que produce el residuo) y su número de registro otorgado por la SEMARNAT, lo cual asegura que el generador está autorizado para manejar residuos peligrosos.
Es fundamental que la etiqueta contenga la fecha en que el residuo fue envasado o colocado en su contenedor, además de la fecha límite en la que debe ser retirado o manejado adecuadamente. Esto es esencial para el control de residuos que pueden volverse más peligrosos con el tiempo.
En caso de que el residuo sea transportado, se debe incluir la información del transportista autorizado encargado de su traslado, con su respectivo número de registro. Esto es obligatorio para el transporte de residuos peligrosos tanto a nivel nacional como internacional.
Se deben proporcionar precauciones de seguridad específicas para el manejo, almacenamiento y transporte del residuo peligroso. Esto puede incluir información sobre equipo de protección personal necesario, condiciones de almacenamiento, y qué hacer en caso de derrame o accidente.
Es necesario que la etiqueta incluya el peso neto o el volumen del residuo peligroso contenido en el envase. Esto facilita la gestión y seguimiento del manejo de estos residuos, así como su transporte adecuado.
La etiqueta debe incluir la leyenda "Residuos Peligrosos" de manera destacada, para que cualquier persona que manipule el contenedor o lo transporte pueda identificar rápidamente su contenido como potencialmente peligroso.
Debe proporcionarse un número de contacto de emergencia para responder ante situaciones de riesgo o accidente relacionado con el manejo de estos residuos.
El color de la etiqueta debe ser blanco o fondo claro, con texto en color negro o contrastante. Además, los símbolos de peligro deben ir en colores que los hagan fácilmente distinguibles: generalmente el rojo para inflamables y explosivos, el negro para tóxicos y corrosivos, y el naranja o amarillo para otros tipos de peligro.
La etiqueta debe estar hecha de un material resistente a condiciones ambientales adversas como humedad, calor, y exposición a productos químicos, para garantizar que la información permanezca visible y legible durante todo el tiempo que el residuo esté almacenado o transportado.
La etiqueta de residuos peligrosos es una herramienta clave en la gestión segura de estos materiales en México. Cumplir con las regulaciones de la SEMARNAT en cuanto a formato, contenido y presentación asegura que tanto los generadores, transportistas y operadores manejen estos desechos de manera adecuada, reduciendo el riesgo para la salud pública y el medio ambiente.